Hay que limpiar el ayuntamiento de Gijón

Hay concejales que desmerecen el cargo público que ocupan, y clara prueba de ello es el caso de "Churruca" en el Ayuntamiento de Gijón.

De todos es conocido su afición de viajar a Cuba a cargo del erario público para disfrutar de los placeres que pone a su disposición la dictadura de la isla a costa del sufrimiento y humillación de las ciudadanas y/o ciudadanos del país y, como contraprestación, invitar a nuestro concejo a asociaciones o grupos adscritos al régimen tiránico de La Habana como medio de expresión del aparato propagandístico de la abyecta dictadura, o de regalar, en este año de profunda crisis, unos 500.000 euros a la misma.

Pero no es el único culpable, porque todos aquellos que le acompañan y que los que le financian el viaje, son cómplices necesarios para perpetrar esta humillación. Tratan de justificar estas "aventuras" con la entrega a organismos gubernamentales de "ayudas para el pueblo de Cuba", pero no engañan a nadie, porque todo el mundo sabe donde va a parar ese dinero (a las Damas de Blanco seguro que no).

Es lamentable que políticos de ideologías totalitarias (comunistas, socialistas y fascistas) se aprovechen de las bondades que ofrecen los regímenes democráticos para formar parte de ellos e intentar destruirlos desde dentro, amparándose en la ignorancia de la mayoría de la población acerca de sus verdaderas intenciones e ideología. Es por ello que muchas de las democracias maduras prohiben las formaciones políticas de estas ideologías.

Hasta que no impidamos el acceso a nuestras instituciones de individuos y partidos de estas ideologías, no seremos una auténtica democracia. Es hora de desenmascarar a todos nuestros políticos que viven en la democracia para aprovecharse de ella e intentar destruirla desde dentro; y sería bueno empezar por el ayuntamiento de Gijón, empezando por los comunistas (IU) y terminando por los socialistas añorantes del sangriento "Frente Popular" y que creen que tiempos pasados fueron mejores. Estos personajes son el autentico cáncer de nuestra democracia y deben de ser eliminados democráticamente en las urnas primero, y en la Constitución después, prohibiendo la legalización de cualquier formación política de carácter totalitario y/o violento.

No debemos de confundir socialismo con socialdemocracia, aunque hoy en día en el PSOE no lo tienen nada claro, y así va el país.