Hoy he leído en la edición digital del diario "El Mundo" a un tal Max Lesnik afirmando que "las Damas de Blanco" no habían sido reprimidas violentamente por la policía y simpatizantes castristas, sino que fueron confrontadas por una multitud de ciudadanos simpatizantes del gobierno castrista, que sin ejercer violencia física alguna contra ellas- solo a voces de indignación- manifestaban así su apoyo a la Revolución cubana.
Este ¿periodista? es hijo de Samuel Lesnik (abril 10, 1903-julio 15, 2000), quien era un Bolchevique ruso que huyó a Cuba cuando Stalin persiguió a Leon Trotsky y otros judíos comunistas. Max Lesnik se ganaba la vida en La Habana antes de 1961, cuando sale de Cuba, trabajando en un timbiriche de fritas, desde donde pasó a ser, según lo describen, un "brillante" periodista. No existe lugar donde se pueda certificar su carrera de periodista. No es un exiliado sino un infiltrado del régimen de la Habana en Miami como lo demuestran las palabras de Ricardo Alarcón de Quesada, miembro del Buró Político del Partido y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, al referirse al colega cubano Max Lesnik con las siguientes palabras: «Estamos distinguiendo hoy a una persona que se ha caracterizado por ir siempre adelante, por estar siempre a la vanguardia y lo ha seguido estando, pese al asedio de los enemigos de la Revolución Cubana en el propio territorio de los Estados Unidos».
Resulta evidente que cualquier opinión de este personaje es un reflejo de la opinión de la dictadura de los Castro, y no de un periodista independiente e imparcial.
Se puede calificar de repugnante que un periódico tan prestigioso como “El Mundo” lo tenga como un bloggero.